Bueno Isabella desde los 2 años estuvo asistiendo a un centro de estimulación para niños "normales" por el lapso de 4 meses en 2 ocasiones, ya que nosotros viajamos mucho.
En fin, me gustaba esta escuela, ya que hacían muchas actividades jugando durante el día. Desde cantar , bailar , pegar , cortar y muchas más manualidades.
Yo sentí que Isabella aprendía muchas cosas cada día y además los demostraba. Comenzó a cantar todos los días, es obvio que no le entiendo nada, pero ella canta con tanta pasión y ella repite las tonadas y las letras de sus canciones inventadas.
En fin, después de unos meses , nos mudamos a Cafayate , ubicado en el Norte Argentino, el pueblo es hermoso rodeado de viñedos y sol todo el año.
Isabella tuvo una profesora particular que venía a la casa todos los días y después ella misma consiguió trabajo en la escuela especial del pueblo. Ella me aconsejó de llevarla a la escuela especial, ya que habían pocos alumnos y además contaban con el equipo terapeutico que isabella necesitaba como la fisioterapeuta y la fonoaudiologa.
Bueno, Isabella entró a la escuela y a pesar de que se quedaba tranquila en el colegio todos los días , sentía que algo faltaba. Su profesora es una mujer dedicada de corazón a sus niños , tratando de darles todo lo mejor a cada uno de ellos. Sin embargo , mi esposo siempre pensó que ella necesitaba un entorno más estimulante para ella, pues ella aprende muchas cosas por imitación.
En la clase de Isabella, habían 2 niños con microcefálea, otro niño con sindrome down de 4 años , 1 niño con parálisis cerebral. Pensé en algún momento que estaba en el arca de Noé, pues había de todo. Después entendí que al ser un pueblo tan pequeño, esa era la única institución que ofrece ayuda profesional para personas " discapacitadas".
En conclusión, quedé con una gran admiración por todo el equipo de trabajo entre directores, profesores , terapeutas . Su grán vocación de servicio de ayudar a sus alumnos contando con tan poco recursos es realmente impresionante. Sus ganas de querer sacar adelante a sus niños.
Muchos terapeutas y profesores me indicaban que son los mismos padres, los que no quieren ayudar en la mejoría de sus hijos. Quizás no sea intencional, pero al sobreprotegerlos o al no ponerles límites a sus hijos no ayudaban a desenvolverse mejor dentro de clases.
Al finalizar el año lectivo de clases, la directora me comentó que Isabella estaba lista para ir a una clase normal. Bueno esa siempre fue mi intención , y desde el proximo año comenzará en la escuela Montessori de Cafayate. Isabella entiende muy bien, el español y el francés . Ahora el colegio Montessori será bilingue con Ingles. Me encantaría escuchar a Isabella dentro de unos años hablando en 3 idiomas.
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